PR20_Iñaki Gabilondo | Nerea Sirera

Los pasados años han supuesto una gran transformación en cuanto al modelo periodístico se refiere. Son muchos los teóricos y profesionales que se han lanzado a analizar la actual situación mediática e incluso a vaticinar cuál podría ser el futuro de la profesión. Iñaki Gabilondo, periodista con una gran trayectoria a sus espaldas, reflexiona en su libro, El fin de una época, sobre su vida profesional, al hilo de los nuevos cambios que acometen al periodismo día a día.

A través de un texto personal, el periodista muestra las principales amenazas que afectan al “oficio de contar las cosas” y ofrece su propia opinión, basada en su amplia experiencia, sobre qué principios habrían de mantenerse vivos para evitar que esta profesión se desvirtúe.

Gabilondo, al contrario que otros autores, dedica gran parte de su libro a analizar los fallos que cometen los profesionales de la información y los medios. Según su opinión, el principal problema actual es que los periodistas no analizan las informaciones, sino que simplemente se limitan a contar los hechos. Su labor debe ser la de aprender a discernir, de entre todas las cosas, cuáles merecen ser entendidas y preguntarse qué quiere ofrecer al público y con qué objetivo. Pero en este cometido aparece otra de las grandes trabas que tiene el periodismo actual: quién decide qué hechos se convierten en noticia y cuáles no, hecho que conduce a que todos los medios informen de lo mismo y a que las noticias sean meros datos descriptivos en lugar de análisis profundos de la actualidad.

Partiendo de estas premisas principales, Iñaki Gabilondo analiza el panorama informativo actual a través de cuestiones como la intervención de los poderes políticos en las grandes empresas periodísticas, la irrupción de Internet y los efectos que ello tiene en el resto de los medios o la falta de autocrítica a la profesión. Todo ello matizado con tintes autobiográficos, hacen de El fin de una época una obra personal y didáctica a la par, que todo estudiante de periodismo o profesional de la información debe tener como lectura obligada. 

Ficha técnica

Portada del libro de Gabilondo "El fin de una época"

Autor: Iñaki Gabilondo.

Título: El fin de una época.

Subtítulo: Sobre el oficio de contar las cosas.

Editorial: Barril Barral. Barcelona, 2011. 2ª edición.

Páginas: 174.

El libro de Gabilondo consta de 16 capítulos, un prólogo titulado Reflexiones a la hora de afeitarse y un glosario personal final en el que se incluyen expresiones, palabras y situaciones periodísticas definidas. Cabe destacar que no son simples descripciones semánticas o etimológicas al uso, sino que el autor explica estos términos según su propia experiencia y sus creencias. “Censura”, “colonialismo informativo” o “ideología” son algunas de las palabras recogidas en ese glosario.

En el prólogo, Joan Barril explica el contexto mediático en el que se encuentra el periodismo actualmente, cuál es la labor de los periodistas ante los continuos cambios que está sufriendo su profesión y la perspectiva que ofrece Iñaki Gabilondo a los lectores sobre todo esto.

Valoración personal

El libro El fin de una época de Iñaki Gabilondo recoge las reflexiones de este gran profesional del periodismo español tras haber dedicado toda una vida a esta profesión.

Precisamente por el gran bagaje que tiene Gabilondo, las principales conclusiones que el periodista plantea de la situación actual del panorama mediático y de los factores que lo propician, ofrece al lector una idea muy clara y específica de todos los acontecimientos que están provocando ese “fin de una época” en el desempeño de este oficio.

Ésta es la principal ventaja que ofrece el libro frente a otros manuales similares: el hecho de poder tener el punto de vista de alguien que ha vivido por y para contar historias, explicado además desde dos vertientes distintas, pues Gabilondo analiza el momento que está viviendo la profesión desde su propia experiencia.

El libro surge en el contexto del cierre de CNN+, donde trabajaba el periodista como presentador de informativos. A la desaparición de esta cadena, que ya de por sí es una noticia pésima para el sector informativo, se sumó la sustitución de la misma por un canal del “reality show” Gran Hermano

Cartel que anuncia el cese de las emisiones de CNN+ el pasado año 2011

 . Ante este panorama nada alentador y que le afecta de forma directa, Gabilondo decide recoger en este libro sus opiniones respecto al momento que vive su oficio y el de otras miles de personas.

Según él, el punto de partido para explicar la situación del periodismo pasa por conocer tres hechos fundamentales que suceden actualmente:

1)      Los periodistas han pasado de representantes de la gente ante el poder a representantes del poder ante la gente. Es decir, están al servicio de los poderes políticos e informan a su público de lo que éstos quieren que lo hagan. De esta forma, pierden su función de controladores del Estado.

2)      Las estructuras industriales que soportan la acción periodística son estructuras conservadoras, de orden, que no cuestionan nada de lo que está establecido.

3)      Todos los medios de comunicación han seguido las cuadrículas y los métodos de organización del periodismo escrito. Se manejan los mismos códigos de lenguaje que en prensa, y esto debe adaptarse a cada medio. Esto significa que hay una tendencia a estructurar los informativos de radio y de televisión en las mismas secciones que ya se utilizan para prensa: economía, internacional, nacional, deportes, cultura…Esto impide crear nuevos formatos adaptados a las características de los nuevos medios. 

Partiendo de estas tres premisas, se podría llegar a la conclusión de que es necesario “cuidar la distancia con el poder” para informar objetivamente. Sin embargo, es un hecho que mucha de la información de las instituciones procede de sus gabinetes de prensa y el verdadero problema de no contrastar estas notas de prensa es que los periodistas dicen lo que quieren esas instituciones, no lo que sucede realmente.

Por ello, Gabilondo apuesta por la autocrítica en la profesión, y opina que el periodismo no puede seguir creyendo que debe vigilar pero no ser vigilado, ya que, según afirma, “si se vigila a los poderes, el nuestro es el cuarto”.

Gabilondo es uno de los periodistas con más trayectoria profesional de nuestro país

Pero lo que a Iñaki Gabilondo le parece más preocupante es la concentración de medios en oligopolios y los intereses económicos que hay detrás de la información, que afectan a la forma de trabajar de los periodistas y de tratar las noticias. De esta forma, en este momento lo más importante es buscar la rentabilidad de cada actividad y no se debate en ningún momento qué y cómo hay que contarlo y a quién contarlo.

 

Para el autor el juego de la acción que debe llevarse a cabo a la hora de informar consiste en las cuatro ces: conocer, confirmar, comprender y contar. El problema es que el periodismo actual sólo llega hasta la segunda c y no llega a entenderse bien lo que se cuenta, que es algo esencial. Gabilondo afirma al respecto que no basta con que los medios muestren un hecho, sino que tienen que permitirte contextualizarlo y asimilarlo y que los profesionales de la información deben ofrecer al lector “elementos de juicio para entender el mundo en el que vive y que pueda tomar sus propias decisiones”.

Pero la opinión que más llama la atención de todas es la que sostiene el periodista respecto a la irrupción de Internet, del que opina que no acabará con el papel y que sólo aquellos medios que garanticen la credibilidad sobrevivirán. Esta opinión, sea acertada o equivocada, arroja un poco de optimismoante tanto defensor del final de la prensa y del auge de los blogs escritos por personas que no son profesionales de la información.

Iñaki Gabilondo durante la presentación de su libro

Al hilo de este asunto, Gabilondo expone que la oportunidad que dan los medios a los ciudadanos de expresarse, supone un paso atrás que desacredita a la democracia informativa en muchas ocasiones. Además, califica al periodismo ciudadano de peligroso, ya que es difícil saber si el material su la procedencia y los intereses de quién lo manda son fiables.

Se podría llegar entonces a la conclusión de que Iñaki Gabilondo es un profesional que defiende los medios tradicionales y que sigue anclado en el pasado en el que empezó a desarrollar su carrera. Sin embargo no es así, ya que él mismo afirma lo siguiente en las páginas de su libro: “El periodismo está viviendo una verdadera transición de una época a otra, la muerte de un ciclo y el nacimiento de otro. Estamos en pleno proceso de despedida del mundo que habíamos conocido para dirigirnos, aún de manera imprecisa, hacia el universo complejísimo de lo digital y las nuevas conectividades”.

Citas destacadas

-“El oficio de contar las cosas es, sin duda una de las mejores profesiones del mundo”. Pág. 17.

-“El periodista ha de mantenerse lúcido en todo momento y rehuir la humana tentación de convertirse a sí mismo en noticia. Cuando esto sucede una de dos: o el periodista ya no merece este nombre o simplemente ha muerto, por desgracia y cada vez con más frecuencia, en acto de servicio”. Pág 18.

-“En estos momentos, la información todavía no es conocimiento; tener información tan sólo es el primer paso para conocer, pero conocer implica mucho más. Así pues, yerran quienes creen que por tener información ya han adquirido conocimiento. Los medios proporcionan información, pero después cada cual debe complementarla a través de otros elementos que consiga, reflexione, digiera y construya para llegar al conocimiento”. Pág 24.

-“Es necesario que se quede alguien de guardia en nombre de la sociedad para explicar cómo se porta el poder y para vigilar que no abuse de nosotros aprovechando que estamos distraídos contándonos la vida del otro. El problema es que, en poco tiempo, el periodista ha pasado de creerse un liberado de la sociedad para vigilar al poder a creerse un liberado del poder para vigilar a la sociedad”. Pág. 27.

-“La comunicación periodística está sobreviviendo como puede a un gran cambio tecnológico sumado a un gran pánico económico, y en el interior de las empresas, en lugar de concentrarse en la eficacia comunicativa, trabajan sencillamente haciendo sumas, restas, multiplicaciones y divisiones”. Pág. 39.

-“No importa el medio en el que se ejerza, debe existir un compromiso con la gente, unas obligaciones para cumplir en el ejercicio de este oficio”. Pág 47.

-“El buen periodista debe estar en permanente fase de estudio, de aprendizaje, de lectura, de conocimiento, para poder comprender mejor los hechos que le van llegando. No puede conformarse nunca, tiene que estar desarrollando sin cesar técnicas para manejar mejor el instrumento que tiene en su poder”. Pág 50.

-“No tiene sentido informar u opinar en función de lo que se espera de ti, de lo contrario nos convertiríamos en impostores”. Pág. 109.

-“No me importa cómo va a funcionar la humanidad. Lo único que cuenta es si hay o no gente. Si la hay, ése es mi material. La materia prima del carpintero es la madera y la del periodista son los otros, son las personas”. Pág 120.

-“Lo que en el fondo anuncia el fenómeno de Wikileaks es la dificultad creciente que van a tener las corporaciones para dirigir el mundo a través del dominio de lo secreto”. Pág. 158.