PR20_Iñaki Gabilondo | Ana Esclapez

Iñaki Gabilondo muestra su visión personal sobre la difícil crisis por la que está pasando el periodismo actualmente. Destaca la importancia que tiene la figura del periodista en la sociedad. La información es un elemento fundamental en las relaciones entre las personas, el periodismo es un aspecto imprescindible en la sociedad. Un periodista debe conocer a la gente a la que pretende informar. Debe saber cuáles son sus necesidades e inquietudes. Si no se conoce a la audiencia no se puede ofrecer el producto “perfecto”. Por lo tanto, Gabilondo resalta como una característica fundamental para un periodista el conocer a las distintas personas de todos los lugares posibles. De esta forma, se conseguirá un enriquecedor conocimiento de la sociedad a la que se pretende informar. “Este oficio sólo tiene sentido si te importa el destinatario”, asegura Gabilondo en su libro.

Iñaki Gabilondo con su libro "El fin de una época"

Autor: Iñaki Gabilondo

Título: El fin de una época

Subtítulo: Sobre el oficio de contar las cosas

Editorial: Barril & Barral

Páginas: 182

El periodismo es un servicio a la sociedad. El periodista debe ser siempre muy consciente de ello. Su trabajo se basa en el destinatario de sus mensajes. No se trata de juzgar y expresar las opiniones personales sino de informar y hacer que los hechos de interés públicos (sean de la naturaleza que sean) lleguen a todos los individuos de la sociedad. Por otra parte, el periodista debe asumir que no es el sujeto de la acción. Nos encontramos ante muchos profesionales de este mundo que creen ser los protagonistas de las noticias. Gabilondo destaca que el periodista debe asumir su papel como “segunda voz”. Asumiendo esto, afirma el reconocido periodista, la labor de informador será mucho más fácil de realizar. “La vida, en resumen, la hace la sociedad que vive, no los que se dedican a observar cómo vive esa sociedad”, explica Gabilondo en su libro.

Gabilondo es uno de los periodistas más reconocidos del país.

Sobre la figura del periodista destaca, además, la importancia que tiene la credibilidad. La pérdida de la credibilidad que han sufrido los periodistas está completamente relacionada con la crisis que sufre la profesión. En España, todas las informaciones están ideologizadas. Los extremismos radicales predominan en los medios de comunicación y es extraño encontrar informaciones que estén totalmente exentas de cargas ideológicas, políticas o de cualquier tipo. Pero, el principal problema es que parece ser que esto es lo que la gente demanda. Cada cual se informa en según qué medios para que le cuenten las cosas siempre desde el mismo punto de vista. Algo así como “reafirmar” las opiniones. Y esa no es la labor del periodismo.

Otro hecho al que hace referencia el reconocido periodista es al de los contados temas que se tratan en los informativos. Las noticias suelen ser las mismas, con alguna pequeña diferencia, en casi todas las cadenas o medios. Sin embargo, son sólo una pequeña parte de lo que ocurre a nuestro alrededor. De esta manera, se informa a la sociedad sólo de lo que interesa. Y el resto, se desconoce.

Personalmente, me parece interesante conocer la opinión de una persona tan importante en el periodismo español como Iñaki Gabilondo. Su análisis de la situación del periodismo no se centra tanto en el auge de Internet y otros formatos de comunicación. Su discurso se fundamenta en la pérdida de credibilidad por parte de los periodistas y del periodismo en general. Esto se debe, principalmente, a algunos malos hábitos que han adoptado algunos profesionales a lo largo de los últimos años. Iñaki, al igual que otros muchos profesionales consolidados del periodismo, relega la responsabilidad de salvaguardar esta situación en las nuevas generaciones.

Citas interesantes:

  • Lo que hoy es imprescindible para convertirse en un referente del oficio de contar las cosas es la credibilidad.
  • En un país donde conviven tantos medios de comunicación, resulta chocante que prácticamente todos los informativos giren sólo en torno a diez o doce noticias, cuando en realidad son cientos de miles las cosas que ocurren.
  • El lema lo estás viendo, está pasando constituye una de las trampas de la actual sociedad.
  • La labor de un periodista, por tanto, ha de ser aprender a discernir, de entre todo lo que sucede, cuáles son las cosas que merecen ser entendidas.
  • El periodismo nunca podrá aportar más que una parte de la dosis necesaria para entender el mundo, y al ser sólo una parte, conlleva el riesgo de ser la parte equivocada.
  • […] quien tiene la responsabilidad de contar debe plantearse cómo debe enfrentarse a su actividad y de qué modo tiene que mirar a quien está al otro lado, qué papel debe jugar para él.
  • En lugar de centrarse en su papel de difusor de un determinado mundo de valores y pensamientos, el periodismo está siendo desbordado por la lógica económica.
  • Lo que de verdad protege a un periodista no es la comodidad con que se acurruque en los faldones de la empresa, sino su capacidad para lograr que el periodismo se convierta en una profesión que tenga un encaje en la realidad social; un encaje que permanezca a salvo de cualesquiera modificaciones empresariales que se puedan producir.
  • El periodismo debería desarrollarse de acuerdo a unos parámetros intocables.
  • El periodismo no ha conseguido fabricar sus barreras defensivas con claridad.
  • Mientras no exista un principio ético general aceptado, cada cual puede fabricarse el suyo.
  • Debemos, como periodistas, construirnos un parapeto propio hasta que la profesión en bloque construya uno. Ésa es la única defensa posible para el periodismo.
  • No importa el medio en el que ejerza, debe existir un compromiso con la gente, unas obligaciones que cumplir en el ejercicio de este oficio.
  • El arte de contar está bastante desacreditado y devaluado.
  • Desgraciadamente hemos comprobado en los últimos años que confirmar es una especie de esnobismo que no preocupa a casi nadie.
  • Lo grave es que si no nos importa el destinatario, el papel del periodismo comienza en cierto modo a desfigurarse. Este oficio sólo tiene sentido si te importa el destinatario.
  • La consecuencia es ese viraje del periodismo hacia el lenguaje de la intoxicación y la propaganda, es decir, la manipulación.
  • La autocrítica es imprescindible. […] La realidad es que ésa es una de las causas de que el periodismo se haya convertido en una actividad odiosa para la sociedad.
  • La gente no le tiene ningún respeto a los medios de comunicación; le tiene medio. Miedo porque el periodismo te puede hacer polvo.
  • El periodismo que se practica hoy adolece de otro problema bastante grave: la información ya no tiene que ser buscada porque casi siempre viene dada por los gabinetes de prensa.
  • Internet no tiene ningún porvenir si sus contenidos no vienen avalados por un tipo de solvencia que garantice el rigor y la credibilidad.
  • La gente debe asumir que, como personas y como profesionales, nos es posible cambiar honradamente la mirada, lo cual no equivale a traicionar nuestros puntos de vista.
  • La materia prima del carpintero es la madera y la del periodista son los otros, son las personas.